Su nombre es Eduardo Sahagún, es originario de Jalisco, México y su esposa Angelica Karina Castañeda. Invirtieron alrededor de 2 años para poder encontrar una forma de convertir residuos plásticos en combustible.
Empezaron reciclando diversos tipos de plásticos, pero los que más les funcionan son desechos plásticos que fueron reciclados más de una vez, por lo regular pasan tantos procesos de reciclaje que al final ya no se pueden reciclar. Eduardo utiliza estos desechos para poder generar el combustible.
Desechos como envases de residuos peligrosos, de refrescos, de champú, tapas de refresco, bolsas, plásticos agrícolas, foils metalizados de frituras, fundas de celulares y utensilios de unicel. Estos plásticos son polipropileno, poliestireno y polipropileno de procedencia especial y peligrosa.
Actualmente, el proyecto ya se está llevando a cabo en 2 estados de la República Mexicana, y se tiene planeado abrir una este año en Jalisco capaz de abastecer 10,000 lts. por día. Por el momento se está trabajando en una planta que Eduardo tiene para esto.
Proceso
Por cada kilo de desechos se obtiene un litro de combustible, de ese litro 20% es gasolina y 80% es diésel. Cuenta que al principio la gente no confiaba en la sustancia y la calidad, pero después de varias pruebas notaron su funcionamiento y calidad, además de ayudar a contribuir con los desechos.
Lo mejor sería dejar de usar combustible fósil, este proyecto es una herramienta de transformación, por lo que no debería extraerse petróleo hasta que desaparezca el plástico que flota en los océanos actualmente. — Dijo Eduardo.
Después de varias pruebas se logró encontrar la forma de convertir el plástico en combustible. El proceso es llamado Despolimerización catalítica, conocido como pirólisis (es un proceso de biomasa), necesita un kilo de plástico para producir un litro de combustible en un tiempo de 8-10 horas.
Eduardo Sahagún
Explica cómo se logra, primero se eligen los plásticos, después se llevan a un contenedor para iniciar el proceso y se obtiene un líquido similar al petróleo. Para poder obtener finalmente el combustible se calienta el líquido a una temperatura de 40 a 190 °C para obtener gasolina, e incrementan la temperatura de 190 a 390 °C bombeando para obtener el diésel.
Beneficios
No se destruye el plástico, se transforma en lugar de dejarlo en la basura.
Esto trae consigo distintos beneficios como:
Reducción de impacto ambiental
Nuevas fuentes de empleo
Comercialización a bajo costo
Dice Eduardo que el procedimiento es muy económico, por lo que si logra comercializarlo podría vender el litro a 4 pesos mexicanos.
Eduardo Sahagún
Proyecto exitoso
Al finalizar el proyecto con resultados positivos, Eduardo dijo lo siguiente:
Afortunadamente, pudimos financiar esto yo y mi esposa, vendiendo máquinas que nadie más hace en México, llamadas “Fluidos Supercríticos”, gracias a eso se logró.
Eduardo
Tengo la patente y el proceso se inició en 2018. En Alemania se intentó hacer lo mismo, pero no alcanzaron la calidad, en Estados Unidos también se intentó, pero de igual manera no obtuvieron la calidad, en cambio, nosotros si pudimos…
Eduardo
Al final del día se siente un orgullo saber que funciona bien.
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